Stacey Gwilliam de 34 años de edad, estaba enamorada de su novio Keith Hughes, un joven fisicoculturista, era una relación tormentosa. La pareja del Reino unido había vivido momentos difíciles, Keith había sometido y violentado a Stacey en tres ocasiones y fue condenado a prisión por más de 3 años y medio. Cuando salió de prisión ella lo perdonó y se comprometieron.
Keith no cambió y volvió la agresión, ella fue estrangulada y golpeada, para luego enterrarla viva en una bahía. Tuvo que arañar la tumba para poder sobrevivir, en un momento pensó que era imposible porque había muchas ramas y palos muy pesados sobre ella. Stacey dice:
“Podía escuchar mi corazón latir y podía oír el sonido del mar al fondo. Fue como si todo estuviera en cámara lenta. Todo lo que podía ver eran destellos marrones y verdes. No podía respirar, no podía moverme, fue como si estuviera paralizada”.
También comento que fue la peor experiencia que ha vivido y que es duro mantener la calma y cordura cuando enterrada luchando por tu vida.
“Traté de levantarme pero no podía, por eso terminé usando mis uñas. Eso era todo lo que podía hacer. Traté de empujar pero no tenía la fuerza suficiente“
-Stacey Gwilliam a The Mirror-
Afortunadamente logró salir y fue a buscar ayuda e un campo de golf que había cerca. Pasó 26 días hospitalizada, 14 de ellos en coma inducido para evitar que dejará secuelas la agresión hecha. Como consecuencia de esto Stacey vive con problemas para hablar y comer y además con camina con ayuda de un bastón.
Cuando Keith fue arrestado, este les dijo a la policía que nunca lograrían encontrarla y también les dijo que la había enterrado viva. Los policías quedaron helados.
El fisicoculturista fue condenado a cadena perpetua, pero podrá pedir libertad condicional, una vez cumplido los 8 años.
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