Su Suegra Muere Y Todos Se Asombran Con Las Palabras De Su Nuera ¡Ella No La Soportaba!

Tina Plantamura pasó muchos años resistiendo la forma en que su suegra trataba a sus hijos, ella no quería que los malcriara, y que los acostumbrase a tener siempre todo lo que quisieran.

Ella no quería que su suegra se robara toda “la atención” de los pequeños y les diera siempre los mejores regalos, pero una vez que ella murió, vio todo desde una nueva perspectiva.

Publicidad

Plantamura es una escritora estadounidense que ya atrajo toda la atención con su “Carta a la nueva esposa de mi ex marido” y nuevamente hace una reflexión en torno a la figura de su suegra.

“A mi suegra: yo estaba mal:

Siempre robabas la atención. Les diste todo lo que querían. Nunca dijiste que no cuando pedían cosas.

Una segunda porción de postre. Dulces antes de cenar. Unos minutos extra en la tina. Dinero para el camión de helados.

Cuánto luché por mostrarte respeto y aprecio mientras trataba de asegurarme de que no malcriabas a mis hijos. Pensé que los convertirías en “enanos egoístas” al darles todo lo que querían. Pensé que nunca aprenderían a esperar, a esperar su turno, a compartir, porque concedías sus deseos tan pronto abrían sus bocas.

Sostenías a uno de mis bebés por mucho después de que se quedaba dormido. ¿No entendías que necesitaba que aprendieran a quedarse dormidos solos?

Corrías hacia ellos en cuanto hacían el sonido más pequeño. ¿Cómo iban a aprender a calmarse solos?

Tenía resentimiento hacia ti por comprar los mejores regalos, y los más caros, en sus cumpleaños o en Navidad.

¿Cómo podría competir contigo? ¿Cómo crees que se siente saber que los mejores regalos, los que más los emocionarán, no serán de sus padres?. 

Foto: Facebook / Tina Plantamura.

 

Plantamura dice:

Amaban las tardes contigo, hacías sus comidas favoritas para cenar, tres preparaciones distintas para tres niños distintos, y siempre les guardaba alguna sorpresa, ya sea un regalo, dulces o un premio. No quería que te asociaran con regalos o dulces, pensaba que tenían que amarte a ti y no, lo que tu le dieras, traté de decírtelo, pero no oías, continuabas cediendo en toda forma posible.

Plantanura pasó mucho tiempo preguntándose por qué hacía todas esas cosas y cómo podía hacer para que lo disminuyera, sabía que las abuelas malcriaban a los niños, y luego los enviaban a sus casas, pero, mi suegra era ridícula.

 

Hasta que te Fuiste

Tuve que abrazar a mis hijos y decirles que su abuela había muerto, no parecía posible, se suponía que tu estuviese allí para todos los momentos especiales; galas, graduaciones, bodas, pero perdieron a su abuela muy pronto y rápidamente. Ellos no estaban listos para decirte adiós.

Durante muchos años desee que dejarás de malcriarlos, nunca pensé cuanto los amabas, tanto que lo demostrabas en todas las formas posibles, con tu cocina, tus regalos, los dulces, tu presencia.

Las formas en que podías recordar cada detalle para un momento especial, ya fuese una atrapada perfecta en el campo o una dulce nota mal cantada en un concierto de la escuela.

 

Tu amor hacía ellos no tuvo límites, tu corazón derramaba amor por todas partes; tu cocina, tus palabras y tus brazos incansables.

No tiene sentido entrar en arrepentimientos, pero de manera frecuente pienso en cómo entendí mal todo.

Estaba muy mal en cómo percibía tu generosidad, mis hijos, ahora en su adolescencia, te extrañan encarecidamente, y no extrañan tu dinero o regalos, te extrañan a ti.

Extrañan mirar a las gradas y verte, a ella, una de sus mejores fans, sonriéndole y tratando de captar su mirada., extrañan hablar contigo y escuchar tus palabras de sabiduría, apoyo y amor.

Publicidad

Si tuviese la oportunidad de hablar contigo una vez más, te diría que cada vez que un momento precioso se roba mi corazón, cada vez que los veo cumplir una nueva meta, o que me sorprenden con su perseverancia, sus talentos o triunfos, pienso en ti, y espero que pudieran tenerse de vuelta.

Sólo pediría que volvieras y los amaras una vez más, como nadie más que una abuela, puede, trae tus dulces y sorpresas, prémialos con regalos por los logros más pequeños.

Desearía con todo mi corazón que volvieras, que te sientes por horas sin fin en las gradas junto a mi, quisiera que volvieras y veas su postura determinada, sus esfuerzos y rituales ansiosos.

Solo un momento que volvieras y escucharas el sonido de su saxofón, y mira su cara conmigo, ambas conocemos muy bien sus canciones favoritas con solo estudiar sus ojos mientras toca, te invito a mirarlo conmigo a medida que se mueve en el asiento, hace contacto visual con sus amigos y suspira con alivio al final de cada canción.

 

Podría ver hacia tu dirección y darme cuenta que nadie lo adora como tu o como yo.

Mientras más deseo que vuelvas, más me voy dando cuenta de que en cierta forma nunca te fuiste.

Ahora yo entiendo, sé que los amaste de todas las formas que pudiste, se que ser su abuela te dio propósito y alegría, y sé, por supuesto, que aunque quisiera, no puedes volver.

Pero, en cambio, se que tu amor por ellos estará por siempre, tu amor los construyó y refugió de formas indescriptibles. Tu amor es gran parte de esto, y por cada premio o regalo, o cada vez que los tomaste y consolaste mucho. o o cada vez que los dejaste quedarse despiertos hasta tarde, por siempre te estaré eternamente agradecida.

 

Y espero que pudieras hacerlo un millón de veces más!!

¿Qué opinas del testimonio de esta mujer?

Comparte

Publicidad